11/3/09

Caras y Gestos: La historia del retrato hablado

Ahora si aquí está la tan esperada historia del retrato hablado, ahí tienen que Alexa [para los que no han leído las entradas pasadas] tuvo un encuentro cercano con un posible ladrón [algo así como la canción de Alicia Villareal] y fue citada para hacer un retrato hablado para los PIMPS a continuación mi recuento de la experiencia.
Llegué con mi adorada vecina a las oficinas en donde tenía la cita con el dibujante, eran las 5:00 pm y llegamos puntuales solamente para que la más amable de las recepcionistas en la historia nos dijera después de 10 minutos que el dibujante iba a llegar tarde [no nos avisó que sería una hora después de la cita planeada]
Después de un fallido intento por comprar algo en las maquinitas de comida y bebida [nos frustramos tanto del amplio surtido de productos que mejor no compramos nada] fuimos a sentarnos en las escaleras de la entrada como niñas desamparadas a que nos diera el sol por que el lugar se siente un encerrado y es oscuro. Al poco rato llegaron los agentes que nos han atendido [cuasi acosado en mi opinión] durante toda la investigación y mi vecina [un poco más paranoica que yo] decidió que era momento de llamarle a su novio para que no nos viéramos solAs e indefensAs [entiendo la lógica detrás del hecho, más no la apruebo] me dijo que entráramos al edificio y esperáramos ahí. Eran alrededor de las 5.45 y mientras tanto, los agentes llamaron al celular del señor y confirmaron que éste, llegaría media hora más tarde.
El dibujante por fin llegó y teniendo agenda llena como de ginecólogo en temporada de luna llena, se plantó en la recepción y pregunto quiénes venían a verlo, por qué y quiénes habían llegado primero. Los agentes nos señalaron a nosotras y supongo que eso nos dio preferencia por que a mi lado había un señor que en mi opinión era más importante y nos dejaron pasar [no es que me quite crédito, pero el Don iba a hacer un retrato hablado de una persona que apuñaló a otra en la sierra, venía desde quién-sabe-donde y había llegado tan solo 5 minutos después que nosotras]
El dibujante bajito y gordinflón [de esos típicos con bigote que tienen tanto poder e influencias que parece que lo acumulan graciosamente a los lados] nos llevó por un pasillo amarillo pollo deprimido hasta su oficina: un cuarto de 3x3 con nada más que un espejo/ventana [para ver al cuarto del otro lado como en las películas y programas de televisión] un escritorio, archivador, montones de carpetas y un par de sillas.
Ahí estaba yo, con mi vecina y los agentes detrás de mi dispuestos a escuchar todo lo que yo tenía que decir. Confieso que todo ese tiempo me sentí presionada y eso no ayudó a que yo me sintiera cómoda con lo que estaba diciendo, pero a final de cuentas fue mejor que no estuviera sola. Hasta ahora el señor nos había tratado con la punta del pié, [con justa razón, lo habíamos dejado plantado ya una vez, por razones ajenas a mi] se sentó en su silla y empezó a disponer de sus herramientas sobre el escritorio.
Preguntó que había ocurrido con un tono muy condescendiente y mi vecina procedió con su historia, en algún punto se aburrió y se dirigió a mi para preguntar que demonios hacia yo ahí, así que yo hice lo propio y conté mi historia. El hombre se me quedó viendo e hizo el siguiente comentario mientras le sacaba punta al lápiz: "¿Así que usted cree que el que ud. vió es el que se metió a casa de sus vecinas?" a lo que yo muy indignada respondí "No, mi vecina hizo su declaración y comentó mi incidente, entonces los señores [o sea los PIMPS] sugirieron que yo viniera"
Después de esto el hombrecito terminó de sacar sus útiles y me preguntó generalidades de la persona que yo había visto, tomó nota y continuó tratándome como si me estuviera haciendo un favor y yo estuviera ahí por diversión "a ver que se sentía". Conforme la plática avanzaba [llegó el novio de mi vecina], yo daba mis detalles tan específicos como me eran posibles y el pequeño dictador se fue suavizando, conversamos sobre mis estudios, lo incómodo que es para algunas personas que los observen con detenimiento [todo esto mientras él dibujaba] y de algún modo llegamos al tema de la semiótica y la semiótica de los gestos, comenté que conocía a alguien que había escrito sobre eso y entonces me tuvo respeto, terminamos el retrato hablado [mientras detrás de mi se presentaba una chica de mi fraccionamiento con la misma orden que yo] y el señor me dio sus datos y me pidió que le mandara bibliografía sobre semiótica de los gestos para seguirse documentando, intercambiamos nombres [si, al final ya éramos amigos] y me dejó ir acompañada de mi vecina, su novio y el otro vecino [que agradezco haya ido para que no me sintiera mal tercio].
Dos semanas después, la historia no termina ahí. Los PIMPS llegaron esta semana a mi casa para mostrarme una fotografía de alguien que habían detenido años antes por robar en mi fraccionamiento y que había cumplido sentencia hacía 8 años, me mostraron los dos retratos [el mío y el de la otra chava del fraccionamiento] que en verdad se parecían y me comentaron que posiblemente era el mismo dadas las características que yo había dado. El posible culpable tiene dos lágrimas tatuadas, esto fue lo que me causó más impacto [por que esto significa que han matado a alguien según las leyendas urbanas] y yo platiqué con él y hasta lo encontré bonachón y amable. Ahora solo me queda llamarle al señor dibujante, pasarle la bibliografía que me pidió y esperar que ya me dejen vivir en paz para escribir sobre otras cosas.

3 comentarios:

Karina Velazquez dijo...

Toda una odisea. A mí, la verdad, tratar con las autoridades me da más reserva que tratar incluso con los que se supone son delincuentes, pero qué bueno que te atendieron bien y sin problemas. Ojalá ya sea lo último.

Saludos.

@karyva

LoLaRoCkeR dijo...

Chaaaaaaaleeeeeeeee!!!! bueno... ojala todo salga bien. Cuando lei el titulo d esta entrada pensé k ibas a acontar como cuando y donde surgieron los primeros retratos hablados... en fin

Beso

Ariannalex Trujano dijo...

Estaria interesante, tal vez lo haga, le llamaré al tipin para darle la bibliografía y le pedire una entrevista... estaria cool... muy buena idea Lola!