Ya para estas alturas a todos se les bajaron los ánimos con
el tema y entonces puedo escribir esto sin herir muchas susceptibilidades y me
ha dado tiempo de comentar con otros asistentes, con diferentes gustos a los
míos, acerca de su percepción del festival que ya se está haciendo nombre en el
extranjero (o eso nos quieren hacer creer). El texto lo divido en dos partes
porque lo malo y lo feo son historias largas de contar y que requieren de datos
que todavía no tenemos.
Lo bueno: La curaduría y la gente (alguna gente).
He de confesar que en 2012 yo tenía más y mejores razones
para querer comprar mi boleto. Al final del día la reflexión fue la de
disfrutar el festival por lo que es: una oportunidad de ver a más de una banda
que de otra manera no se podría porque su “popularidad” no les da para llenar
mas que bares. Hoy no les puedo asegurar que el año pasado fue mejor que este y
yo estoy muy dispuesta a firmar mi asistencia a la 5a edición (invitenme a
escoger una que otra banda, lo hago bien, se los juro) si el presupuesto, la
salud y la geografía lo permiten.
Admito que no vi absolutamente a todas las bandas y tampoco
me quedé hasta el final. De lo que pude ver los favoritos para mi fueron
Quadron, Peace, Robert Delong, Matt & Kim ¿Por qué? porque para ser “poco
conocidos”, tienen un manejo de la audiencia que para mi gusto agrupaciones
“headliners” como Vampire Weekend, Arctic Monkeys y -los nuevos favoritos-
Capital Cities no tuvieron durante el festival. Los vi a todos, con los últimos
tres me divertí mucho pero esa buena vibra vino en gran parte de la gente a mi
alrededor porque estaba comprometida con la banda y no al revés.
Es lindo ver que a una banda le emociona prepararse para
enloquecer a una audiencia así sean 100 o 10,000. Abandonar el escenario Corona
mientras los Capital Cities tocaban -otra vez- “Safe & Sound” para llegar
al escenario Capital justo a tiempo para ver a Kim twerking sobre los hombros
de sus fans y a estos crowdsurfing al ritmo de “Daylight” para llegar al
escenario, valió la pena. Tristemente no podría asegurar que cualquiera de mis
cuatro favoritos regresarán a México para llenar un recinto ellos solos pronto
y por ello, aplaudo el trabajo de curaduría del festival, aunque a muchos no
les parezca.
Aludiendo a la audiencia, me alegra que a pesar de las
circunstancias de inseguridad y todas esas cosas que hacen que las bandas no
quieran venir a nuestro país, cada vez más bandas y artistas hablan bien del
público mexicano en el extranjero y la verdad es que les creo. Les creo cuando
me dicen que tenían ganas de tocar en México principalmente por su gente ¿Por
qué? Porque en más de tres ocasiones he sido testigo de que, a pesar de lo
posers, villamelones, mirreypsters que pueden ser algunos, el público nacional
puede ser muy educado musicalmente hablando.
Nunca olvidaré la cara de asombro de Lucy Rose cuando en
humildad vino a abrir el concierto de Bombay Bicycle Club y la gente le pidió a
gritos que tocara por favor antes de irse su sencillo “Scar” y lo hizo, con
cara de “no puedo creer que hay gente en este país que sabe quien
soy yo”.
La cosa es que en otros lugares del mundo – de acuerdo con
un estudio que hice en mis redes sociales entre amigos extranjeros, todo muy
profesional – mucha gente no consume música de otros países más que en inglés o
en su propio idioma, luego entonces, para esos que cantan en inglés o en
islandés (o coreano, pero ese ya será tema para otro texto) es impresionante
que los mexicanos nos tomemos tan en serio el fanatismo. Bravo. Esa conducta
nos ayudará a cultivar el mercado nacional de festivales y al mismo tiempo hará
que el producto nacional también empiece a posicionarse en el extranjero. Más
música – y dinero – para todos.
Cover: Dos artistas que me hubiera encantado ver en vivo
para el Corona (maybe next year?) Chlöe Howl le hace un cover muy lindo a la
canción original de Bastille, Pompeii.
Lado B: Esta semana HelloGoodbye estrenó video de su
sencillo que se llama (Everything is) Debatable. Todo es debatible, si.
Parte 2. Originalmente publicado en Vuelta Prohibida. 25/10/2013
Lo malo y lo feo.
Este post no tiene ligas para chistes. Ya pasó suficiente
tiempo. Ya me puedo quejar amargamente y aquellos que se sientan aludidos
espero que vayan a un lugar tranquilo y se sienten a pensar en lo que hicieron.
Esta es una queja, una opinión y nada más. Tal vez sea que ya me empieza a
afectar la edad pero me gusta creer que en este país la educación (la que se da
en casa) no está en decadencia.
Si bien dije que lo bueno del Corona habían sido las bandas
y los fans, no todo es color de rosa. Lo malo fueron las gentes (si, dije
gentes porque no son personas como lo indica la RAE) y los animalitos de la
creación que por ahí vagaban. Con animalitos de la creación no me refiero a la
vida silvestre que habita las zonas “boscosas” del Autódromo, tampoco me
refiero a las ratas que todos tratamos de ignorar en las vías del metro, me
refiero a todas esas personas que pareciera que la evolución no pasó por ellos
cuando beben.
No nos vamos a meter con las drogas y el alcohol, incluso me
pareció sabio regalar condones durante el festival porque las drogas, el sexo y
el alcohol siempre estarán vinculadas a la música, siempre. Todavía no me
explico por qué con un calor de más de 24 grados habrían de regalar yoghurt
para beber pero bueno, por algo sigo soltera y no tengo patrocinadores para ir
a los conciertos, no se nada de vender.
No es asunto de saber controlar la bebida o no. Intenté
investigar cuántos baños había disponibles durante el festival ya que desde mi
experiencia y perspectiva, nunca son suficientes cuando de un evento masivo (o
fiesta casera) se trata. Mi investigación no me llevó muy lejos y entonces no
me es posible presentar estadísticas y comparativos de números.
Cuando asistí al Corona Capital en su edición del 2011 la
falta de señalética y sanitarios era evidente al grado de que los animalitos de
la creación y algunas gentes invadieron esas construcciones a medio terminar en
el Autódromo, las tomaron como baños y la fila de los baños era infinita(mente
asquerosa).
En el 2012, las cosas mejoraron, la gente (porque eran
decentes) tenía que esperar, pero los baños llegaron relativamente íntegros y
medio decentes al final de los dos días. En 2011 y 2012 puedo hasta admitir que
miraba con envidia a los hombres que podían ir a hacer en los arbolitos, muy
cro-magnon todo pero bueno, comprensible “cuando la naturaleza llama”.
Este año hubo más gente según me dicen y desde donde yo vi,
hubo más baños, nunca tuve que hacer fila y todo fluyó de buena manera. Todo
hasta que se me ocurrió ir a ver a las bandas que cerraban el escenario Capital
después de las 6:00 p.m. (les dije que ya no bebieran) y lo que pasó después de
eso en verdad que es una pena.
Nos fuimos a sentar a esperar que el concierto iniciara,
después de unos minutos, a unos cinco metros de nosotros se acercó un muchacho
de buena facha a hacer pipí entre las llantas. Me rehuso a pensar que así los
educaron sus papás pero tampoco me consta que no y no voy a negar que no he
sido víctima de la naturaleza alguna vez en la vida, todos fuimos jóvenes, ya
lo he dicho.
Lo que pasa aquí es que si las gentes no tienen ni tantita
vergüenza, a esos que llamo animalitos de la creación ya no se les puede pedir
nada. Cuando es una de estas gentes la que hace estas cosas, esperas que la
gente de seguridad le diga algo y si no, puedes dejarlo pasar y hacer memoria
de donde huele a meados para no regresar. Cuando los ves venir desabrochándose
el pantalón como horda de zombies de película de los 80 y meando a menos de un
metro de donde estás sentado, esperas que el personal de seguridad haga algo,
sobre todo con una fila de baños perfectamente funcionales (y al menos un
kilómetro cuadrado de “bosque”) a una distancia caminable de menos de 5
minutos.
Como mis amigos y yo somos gente decente, al ver la pésima
educación de las gentes, nos acercamos a decirle a alguien de seguridad que hiciera
algo, que les indicara donde estaban los baños. La respuesta fue “son muchos,
no puedo hacer nada, ya pedí más apoyo”. El apoyo no llego, pero los animalitos
de la creación sí. Cuando las mujeres empezaron a acercarse, intentamos
advertirles y la respuesta fue “no importa, también vamos a hacer pipí”
¿Alguien más ve lo que está mal con todo esto?.
¿Me pueden explicar por qué había que mear en el milimétrico
espacio entre dos baños portátiles? (habiendo dos baños portátiles con no más
de tres personas esperando). Si les gusta escuchar música en el baño, si los
inspira, ya les digo yo que en el Corona Capital, los baños detrás de las
gradas del escenario Capital tienen una increíble acústica.
Les gusta creer que eso no pasa entre ladies profeco, polanco
y mirreyes pero desafortunadamente, sacaron el cobre y de la peor manera.
Porque como manada vi a los hombres con sus playeras de Lacoste, sus Toms y sus
Ray Bans meando al aire libre, vi pulseras VIP y también vi a las chicas usando
H&M y Forever 21 y arrastrarse entre ese lodo para escalar la torre de
llantas y poder usarlas también como W.C. Los festivales (y eventos masivos) en
México mientras más grandes, mientras más atractivos para la multitud, más
deplorables, sucios e inseguros se vuelven. No quisiera decirlo pero empiezo a
creer que mientras más mexicanos se concentran, más deplorables, sucio e
inseguro se vuelve.
Mi mamá siempre me regañaba cuando hacía algo de mal gusto
por convivir, me decía “¿Por qué no puedes ser tú la que de el buen ejemplo en
lugar de dar el mal ejemplo?” y eso es lo que yo me pregunto hoy (punto para mi
mamá). ¿Por qué no pueden ser más decentes? ¿Por qué no podemos dar el buen
ejemplo? ¿Por qué las chicas acompañaban a sus amigos a mear “a un ladito del
escenario”? ¿Por qué los mexicanos le decían a los extranjeros que “está bien,
no pasa nada”? ¿Por qué si eran muchos no se podía hacer nada?
No digo que no pase en otros lugares del mundo o en otros
eventos, lo que creo es que no debería de suceder con esa frecuencia y con ese
descaro. Si tuvieron dinero para pagar el boleto e internet para tener acceso a
la música de las bandas en el line up, tuvieron tantita educación para saber
que esa clase de comportamiento de “me vale madres” no está bien.
Cover: Hoy es dos por uno en covers inspirado por la popular
canción de Drake “Hold on we’re going home” que cantaron los Arctic Monkeys y
Holy Ghost! tres versiones de la misma canción que valen mucho la pena.
Lado B: Si les gustó el Back to Bedlam, James Blunt estrenó disco esta semana y se llama Moon Landing. Como estamos al dos por uno, Of Montreal también estrenó videoy no suena nada mal, pero tampoco me suena al Of Montreal de The Sunlandic Twins.
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